A lo largo de nuestra carrera vamos a necesitar escribir unos cuantos correos electrónicos o emails a varios profesores, pero podemos meter la pata y no dar buena impresión si no conocemos los formalismos apropiados para dirigirnos a ellos.

En primer lugar, asegúrate de que enviar el email es necesario. Los profesores universitarios, además de impartir clases en tu grupo, también se dedican a la investigación o desarrollan otros trabajos en el ámbito público o privado, por lo que no es que siempre tengan mucho tiempo para leer y contestar correos de todos sus alumnos. Por eso es esencial que no les hagas perder el tiempo y que te asegures de que tus dudas no se pueden resolver por otras vías.

Cuando escribas el email, resume y explícate claramente en el menor espacio posible. No te líes con explicaciones superficiales: sé directo. Informa de forma sencilla tus dudas o argumentos y no te pongas especialmente creativo. No se trata de hacer literatura, sino de transmitir un mensaje y, por supuesto, cuida la redacción, la acentuación y las faltas de ortografía.

El mail debe empezar siempre con un saludo apropiado. Lo normal es poner «Estimado profesor» o «Estimada profesora» (aunque no los estimes, es un formalismo muy adecuado) y, si queremos, su apellido, aunque no es necesario.

El siguiente paso consiste en identificarnos: por mucho que hayamos hablado mil veces con el profesor, no debemos presuponer que sabe quiénes somos, sobre todo teniendo en cuenta los cientos de alumnos a los que ve cada día. Para ello, no solo debemos poner el nombre y apellidos, sino también la titulación a la que pertenecemos y el nombre de la asignatura que nos imparte, por ejemplo:

A continuación, se redacta el cuerpo del mensaje. Este, como hemos dicho, debe ser conciso, claro y siempre nos dirigiremos al docente tratándolo de usted, pidiendo las cosas por favor y sin hacer exigencias.

Desde el comienzo de la carrera hasta que por fin consigamos nuestro título, seguramente vamos a tener que comunicarnos varias veces con nuestros docentes y es importante causar una buena impresión. Cuidar las formas no cuesta nada y, aunque nos parezca que escribir así resulta un poco carca, es la mejor manera de quedar bien, demostrarles respeto y no meter la pata.