En el emprendimiento se habla de ese critico momento en que en pocos minutos es preciso convencer a un inversor, nadie establece reglas, sin embargo existen 5 errores que se cometen en este tipo de situaciones. Aquí lo detallamos.

Cuando transmitimos una idea durante una presentación, es importante no irse por las ramas. Los que los inversores valoran es que las personas conozcan a la perfección en qué consiste su negocio y puedan resumir sus aspectos más significativos para explicárselo a alguien más.

El éxito de esta practica es la la preparación previa que tengamos. Es decir las horas de estudio, ensayo y error tras las cuales, uno tenga muy claro el panorama que va a rodear a su proyecto, por ejemplo, conocer sus competidores, el mercado donde se desarrollará el producto, el público objetivo. Un plan de negocios conciso y claro es necesario a la hora de abordar a un inversor.

La conexión que un emprendedor tenga con la realidad va a ser fundamental al momento de saber enfrentarse a distintos obstáculos. Los inversores al escucharte no solo le prestan atención a tu idea y las posibilidades de ejecución real que tenga, sino a tu persona. Si tu plan de negocios no considera la eventualidad de que ciertas cosas no salgan de acuerdo a lo esperado, la opinión que ese inversor tenga de tu proyecto y por consiguiente de tu persona, no va a ser buena. Así que siempre contempla todas las posibilidades y establece de antemano maneras de solucionar diferentes problemáticas.

La característica principal de un emprendedor es de una persona que sabe lo que quiere, que se le pueda confiar un proyecto para sacarlo adelante. Al momento de presentar tu idea, debes considerar explicar tu estrategia acompañándola con conocimiento técnico y tener claro tus objetivos generales y específicos, además de enfatizar como lograras llegar a esa meta. Si no tienes esto, va a ser muy complicado lograr la sincera atención de un individuo para depositar dinero en tu proyecto.

Si te dicen “no” justificando las razones del mismo, no debería ser considerado como el fin del mundo, al contrario puede ser una oportunidad para aprender a comunicar mejor tu día. Las críticas siempre son positivas. Escuchar atentamente es entender. Y entender es aprender. Sirve recordar eso.