¿Cómo es posible si sientes que el colegio ha sido la mejor etapa de tu vida? Sencillo. Durante tus años universitarios entran más elementos en juego.

Aprendes a aprender
Ya no se trata de memorizar conceptos y luego olvidarlos. En la universidad te enamoras de tus materias. Aprendes cosas que te gustan, porque tú eliges una carrera que te interesa.

Te vuelves independiente
La univesidad te va preperando el camino a la adultez inicia aquí. Tú eres dueño de ti mismo y de tu tiempo. Tus papás ya no pueden resolverlo todo por ti; incluso te dejan de llevar a la escuela. Ahora ellos se sientan en la banca a ver tu desarrollo como persona. Ni los maestros ni tus papás te obligarán a tener asistencia perfecta. Todo es tu decisión.

Disfrutas al máximo
Entre desvelos, cafés y siestas, combinas el estudio, fiestas, viajes y más. El famoso “yolo”, sólo se vive una vez, tiene todo el sentido del mundo. Si al terminar la universidad debes entrar a trabajar y tomar aún más responsabilidades, ¿qué otro momento es mejor que este para intentarlo todo?

Consigues amigos de por vida
Los amigos que haces durante la universidad están en otro nivel. Te acompañan en las madrugadas de proyectos sin aparente fin. Se turnan para comprar café o algo para comer. Planean salidas y se cuidan unos a otros. Descubres que les gustan las mismas cosas que a ti. Lo mejor de todo, entienden tu forma de pensar y ver la vida. Por eso, en cuatro o cinco años creas amistades fuertes y duraderas.

Intercambios escolares
Es una experiencia sin igual. No te arrepentirás de irte un semestre o un año, pues disfrutarás de un sin fin de cosas ya sea en una Universidad de otro estado o en otro país, como el sistema marista ofrece.

Además de que tu familia y maestros estarán orgullosos de ti, tú serás el más feliz de todos. Este es el final de una etapa y el inicio de otra. La graduación es tu primer paso al mundo real.