Los buenos profesores no solo desean enseñarte o brindarte herramientas necesarias a sus alumnos para desarrollarse como individuos. Y sobre todo saber que han marcado sus vidas.

Haz una cápsula del tiempo.
Quizás te entre la tentación de tirar todos esos papeles que solías guardar en la mochila pero, aunque te cueste creerlo, un día amarás volver a verlos.
Colócalos junto con todos tus recuerdos de la universidad, en una caja que tenga un mensaje divertido como por ejemplo: “No me abras hasta que sientas orgullo de hacerlo”. Créeme, no te arrepentirás de guardarlos. Al contrario, pasado los años sonreirás de felicidad.

Grábate caminando por las aulas y la escuela.
Puede parecer absurdo ahora pero verás como en varios años revives esos momentos y se te hará la piel de gallina al ver lo joven que eras. Escucharás cómo te expresabas, como eran los salones de curso, la escuela, tus compañeros, maestros, etc.

Asiste a un evento que organice tu universidad
Hay muchos más eventos en tu universidad de los que te imaginas. Lo que sucede es que no te enteras. Con el paso del tiempo agradecerás haber asistido y tus recuerdos serán mayores

Compra algo en la cafetaria por última vez
Despídete de las personas que a diario te brindaban este servicio. Mira el local, detente a olerlo, escucha cada ruido. Recuerda que difícilmente volverás a estar en este sitio en el que tanto tiempo pasaste.

Haz una broma bien pensada, pero no vayas muy lejos.
Diviértete pero no seas destructivo/a o vayas más lejos de lo razonable. Te puedes divertir haciendo alguna broma inteligente, bien pensada, que provoque risas y momentos memorables, no una expulsión o hasta un arresto días antes de la graduación.

Imprime tus fotos y consérvalas en un álbum.
Como te habíamos recomendado, saca muchas fotos. Pero aunque se escuche algo anticuado, imprimelas y consérvalas en un álbum. Ese recuerdo lo tendrás a la mano toda tu vida aunque tu computadora se dañe o cierres tus redes sociales.