Desde que nos despertamos, las personas debemos cumplir con una serie de retos que nos pone la vida en el trabajo o en los estudios. Lo importante será buscar una manera adecuada al momento de responder a los estímulos.

Uno de los grandes inconvenientes se da cuando creemos que tenemos que ser perfectos y 100% efectivos. Esa mentalidad puede llegar a ser agobiante y afectar las posibilidades de reaccionar con optimismo. 

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Para que tengas una idea de qué puedes hacer en esos momentos de crisis o estrés, te presentamos algunos consejos que serán para ti una gran solución: 

1. Haz seguimiento a tus hábitos: ten en cuenta aquellas tendencias productivas que se realizan a lo largo del día para que estas sean tu herramienta de evaluación. En periodos complejos, podrás identificar rápidamente qué solución tomar. ¡Toma el control! 
2. Sé flexible: a veces las cosas no salen como uno quisiera, nadie es perfecto. Por eso, valora lo que logras al día, incluso si no llegas a abarcar todos los objetivos. ¡Siempre hay revancha y posibilidad de superarse!
3. Meditación: date un tiempo de descanso, concéntrate en ti y fluye para que tu rutina mejore. Procura que sea en un momento en el que te sientas relajado y dispuesto a completar el proceso. 

¡No te dejes abrumar por las actividades y enfréntalas! 

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