A continuación te damos unos consejos que podemos poner práctica para que tus mañanas sean más productivas sin que implique que lo hagas a un ritmo acelerado.

Respetar tiempo de estudio y de descanso
En temporada de exámenes es difícil acostarse temprano y se le agrega el hecho de que el estrés antes de una prueba produce pesadillas, por lo que, si logras hacer tiempo para dormir probablemente lo hagas con perturbaciones del subconsciente.

Cuando eso sucede, se debe a una sola cosa, y es que no te sientes bien preparado y la inseguridad se refleja en tus sueños; como cuando soñamos que todo nos sale mal, que olvidamos algo en casa, que reñimos con el profesor.
En fin, aunque suene como una melodía fastidiosa, si repasas todos los días durante 20 30 minutos las clases, el día anterior al examen sería un día relajado y de investigación para reforzar lo que ya sabes.
Es casi imposible dormir las 8 horas recomendadas, sin embargo, expertos también recomiendan que se puede dormir en la noche por 5 horas y media, y tomar un siesta en la tarde de 30 minutos a una hora.

Aprovecha la noche anterior
Antes de acostarte puedes preparar tu atuendo para el día siguiente, y hacerte un sándwich que requiera solo ser calentado por la mañana.

También arregla tu mochila. Recomendamos que hagan lo anterior sin son quienes les gusta cambiar de bolso de acuerdo al atuendo, así evitarán olvidar algo.