1. ¿Piensas trabajar?: si eres ese alumno que se encuentra en los últimos ciclos de su carrera y ha considerado practicar, será esencial fraccionar tu horario en dos: “clases de turno muy temprano” y “clases turno muy tarde”. Advertencia: ¡no pretendas llevar la misma cantidad de cursos que antes! Tres o cuatro serán suficientes. ¡No entres en estado de crisis por querer hacer todo rápido! 

2. ¿Cuándo funcionas mejor?: para los estudiantes que ya pueden armar su propio horario (ex-cachimbos): evalúen. ¿Estudio y aprendo mejor por las mañanas, tardes o noches? Una correcta identificación de tus hábitos y capacidades te acercará a conseguir mejores resultados. 

3. ¿Amigos en ciclos superiores?: los amigos con experiencia en cursos que tú todavía no llevas son una fuente importante para saber con quién sí y con quién no. No dudes en preguntarles, serán tus mejores consejeros. Luego contrasta las distintas versiones y toma una decisión. ¡Seguro te irá excelente! 

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