Si se dan por razones conscientes, los cambios de carrera son transiciones beneficiosas. Ya que asistir por asistir, sufrir en cada clase o estar desanimado suelen ser indicadores de que quizá aquello que estudias no es lo tuyo. Por tanto, nunca es tarde para darle a tu vida académica el cambio que merece. ¿Piensas hacerlo? Aquí unos tips.
1. Llénate: uno siempre desarrolla su mejor potencial en un lugar donde se siente cómodo. ¡Si no te hace feliz, no es para ti! No hay nada como amanecer y saber que, hagas lo que hagas, al final del día podrás sonreirle al mundo. ¡Que la felicidad sea tu motor!
2. Antecedentes: informarte de aquello que la carrera deseada conlleva te permitirá hacer una elección consecuente. Visita los sitios de orientación de tu universidad y comprueba las capacidades a desarrollar. ¡Una decisión así necesita un respaldo!
3. Aprender de a pocos: si aún no estás del todo decidido por cambiarte, empieza de a pocos. Prueba pequeñas porciones de la carrera e interioriza si es eso lo que te atrapa Por ejemplo, llevando sus electivos. ¡Pequeñas dosis ampliarán tu panorama!
¡Llegó el momento de tomar la decisión!