Los docentes, al preparar sus clases, deben tener en cuenta que así como es importante “lo que se dice”, también lo es “cómo se dice”. El manejo del discurso frente al alumnado será clave para hacer la lección efectiva. Para lograrlo, las clases pueden dividirse en los siguientes procesos:
1. Gestión de tiempo: el maestro deberá ser consciente del control del tiempo al momento de dosificar la teoría: no puede pretender extender los noventa minutos de clase en un monólogo sin pausas. Asimismo, tendrá que evitar redundar la información. Porque eso, sin duda alguna, terminará cansando a los alumnos.
2. Interacción: compensar y balancear el contenido teórico del curso con herramientas tales como imágenes o videos, le dará versatilidad y dinamismo al nivel de la cátedra. ¡Los estudiantes lo agradecerán!
3. Intervenciones: para que la clase sea fructífera, el intercambio de ideas dentro del aula es imprescindible. El profesor deberá considerar unos minutos de la enseñanza (usualmente los quince finales) para fomentar el debate y resolver dudas. ¡Se asegurará que el contenido haya sido asimilado!
Toma nota de estos consejos y aplícalos con tus alumnos. ¡Verás cómo la actitud acompaña el espíritu del aula!