Puede que estés próximo a iniciar tus primeras prácticas o ya lleves un buen tiempo desempeñando tus talentos en el mundo laboral. Sea cual sea el panorama, tendrás que hacer una autoevaluación para saber si realmente eres feliz y productivo. 

Lo importante es ser sinceros y entender que, mientras más cómodos nos sintamos en el puesto, la organización como conjunto obtendrá mejores resultados. Y tú, como empleado eficiente, aumentarás tu valor y, al mismo tiempo, obtendrás ciertos beneficios y recompensas. 

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Para poder ser claros con nuestras expectativas y sentimientos en el área laboral en la que nos encontramos, resultará ideal comenzar a adoptar actitudes positivas para seguir escalando y aportando nuestro 100%. 

En la siguiente nota, te mostraremos 3 formas para que evites sabotearte durante los meses que pertenezcas a la empresa: 

1. Reconoce tu esfuerzo: dale valor a cada tarea completada, a cada objetivo cumplido. Tú debes ser el primero en reconocer el sacrificio que realizas. ¡Muestra que te aprecias! 
2. No seas perfeccionista: el perfeccionismo mal llevado puede llegar a frustrarse y comprometer tu futuro laboral. Es mejor reconocer que a veces no puedes controlar todo. Sin embargo, sí está en tus posibilidades hacer lo necesario para que el proyecto sea un éxito. 
3. Capacitación continua: no debes dormirte en tus laureles. Busca siempre superarte mediante la adquisición de conocimientos que potencien tu rendimiento. Invertir académicamente te pondrá un paso por delante del resto. 

¡Demuestra actitud y sé tu mejor crítico! 

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