1. Motivación: estar lo suficientemente motivado es indispensable para hacer bien las cosas. Estudiar por estudiar no traerá frutos a largo plazo si no hay un eje central que lo soporte. Y eso terminará por aburrirte. Lo correcto es buscar reforzar aquellos temas que despiertan fascinación en ti. ¡Venga la inspiración!  
2. Prioriza cursos: una gran forma de organizarse durante el periodo académico es identificar qué cursos te demandarán más tiempo y esfuerzo. Así te ahorrarás acumular estrés innecesario. Y, sobre todo, serás capaz de cumplir con los objetivos eficientemente. 
3. Descansa: como siempre es bueno recordar: no todo es estudio. Recuerda que sin salud no hay resultados. Por tanto, descansa el tiempo suficiente a tu criterio. ¡Evita las amanecidas!

 ¡Es el momento de la introspección!