1. Ropa adecuada: hay que tener en cuenta que estás a puertas de lo que significa un paso más para la vida profesional. Por ello, la vestimenta deberá corresponder a una persona que mire hacia ese objetivo. ¡Un traje es lo correcto! 

2. Postura segura: la postura habla de las personas. Una persona que se desparrama sobre el asiento no será tan bien vista como una que luce erguida. Esta forma de sentarse demuestra estabilidad y firmeza. ¡Tampoco te comportes como un árbol, pero mantén una posición adecuada! 

3. Tono de voz: voz pausada, tranquila, no la impostes mucho. Trata de pronunciar bien las palabras que dices y evita que los nervios se apoderen de ti. ¡Dos tiempos para ordenar tus pensamientos! 

4. Repasar información de la institución: estar enterado de lo que la institución ofrece y por qué has decidido optar por esa casa de estudios es lo adecuado. No quieres parecer un improvisado, ¿verdad? 

5. Sonreír pero no de más: la sonrisa es un gesto que debes usar, pero no abusar: hay momentos precisos para hacerlo. Si vas regalando sonrisas cada tres segundos, te notarás forzándola para caerle bien al entrevistador. ¡Ten cuidado! 

Ahora que cuentas con las herramientas, ponlas en práctica. ¡Mucha suerte!