El ámbito laboral y académico nos carga de responsabilidades casi a diario. Está en nosotros poder contemplar la posibilidad de organizarnos de tal manera que no nos atrasemos. 

Para poder llevar una vida tranquila es mejor advertir obstáculos antes que enfrentarlos. Por eso, priorizar armar un horario y mentalizarnos de lleno en nuestras acciones resultará indispensable para completar con satisfacción los objetivos. 

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Evitar acumular trabajos solo se puede lograr si eres lo suficientemente disciplinado a la hora de sentarte frente al escritorio. A continuación te presentamos algunas acciones para conseguir avanzar sin pensar en los retrasos. 

1. Trabaja lo del día: por ningún motivo dejes de lado tus tareas. Eso puede convertirse en un vicio o mal hábito que luego te costará. ¡No es agradable tener que ponerse al día! 
2. Aprende a decir no: si sientes que vas acumulando trabajos y, por tanto, te costará mucho cumplirlos, no te comprometas con otras responsabilidades. ¡Di no a tiempo! 
3. Un descanso y a continuar: un periodo de descanso entre actividad y actividad es un alivio. Pero aquello no es sinónimo de relajarse. ¡Controla un tiempo prudente y sigue!

¡No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy! 

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