La docencia es una profesión que debe y merece ser ejercida con mucha responsabilidad.
Los buenos docentes no solo destacan porque su salón responde naturalmente al contenido académico propuesto, también porque tienen la virtud de entender el razonamiento del alumno y estimularlo.
Si lo que quieres es mejorar tu rol de maestro, estos 3 consejos te ayudarán a lograrlo:
- No comparar a los alumnos: cada estudiante es diferente y, por ese mismo motivo, merecen comprensión y respeto. Lo único que ganarás al comparar A con B es que se genere una relación poco saludable. ¡Deja que ellos hablen con sus capacidades!
- Descubrir y reforzar sus talentos: un gran profesor podrá ver el fondo de sus alumnos y rescatar lo mejor que tienen para motivarlos. ¡Hay que saber discernir entre las múltiples inteligencias!
- Confianza: es el vínculo primordial. Al conseguir que tus alumnos tengan confianza en ti, estarán más abiertos a responder y cuestionar. ¡Harán de tu clase una fuente de productividad!
¡A demostrarlo en el aula!