Muchas veces cuando postulamos a una plaza para un empleo, podemos causar una impresión errada en el entrevistador. Aunque tengamos un currículum que calza perfecto para el puesto, el reclutador nos descartará tras una entrevista.

¿A qué se debe esto? Las entrevistas nos dan un acercamiento a cómo somos con otras personas, qué tan bien podemos relacionarnos en grupos y así colaborar en una meta común. Las dos habilidades que más buscan los entrevistadores son dos: ser una persona simpática y estar capacitado.

Ser una persona simpática. Aquí no estamos hablando de la apariencia física, eso no debe ser jamás un factor a tomar en cuenta. Mas bien hablamos de qué tan bien te relaciones con los demás. Si en la entrevista lograste entablar una buena conversación con el reclutador, esto puede demostrarle que tienes facilidad para trabajar con las personas.

Ser competente. Obviamente que para cualquier empleo debes tener los requisitos que piden. No puedes postular a una plaza de programador si no sabes los lenguajes de programación que piden, por más simpático que seas. Tienes que demostrar que tienes también la habilidad suficiente para pensar "fuera de la caja" y hallar soluciones a los problemas.

Para demostrar que cumples con estos dos aspectos puedes dar ejemplos de cómo trabajaste en equipo para llegar a una solución. No trates de sonar a que eres capaz y no necesitas de tus compañeros para trabajar. Recuerda que todo empleo tiene su cuota de trabajo grupal. Enfócate en mostrarte como eres, se amable y no dudes de tus habilidades.