Cuando iniciamos un trabajo en el que tenemos mucha fe, pensando que será un gran negocio a futuro, comenzamos a trabajar generalmente en nuestras casas, apoyándonos en la infraestructura que ya existe: tenemos la línea telefónica, la cocina si se trata de productos de elaboración casera e incluso podemos recibir a algún potencial cliente en nuestra sala y/o en un garaje, rústicamente amoblado. 

Sin embargo, cuando el negocio nos exige una mayor carga laboral, “hacemos una selección de personal inmediata” y recurrimos a nuestro entorno para reclutar familiares. Empezamos con nuestro hermano menor que puede apoyarnos en las horas en las que no estudia, ó a nuestra hermana, que acaba de quedarse sin trabajo y mientras busca empleo, ó a nuestra madre o padre, que están “disponibles” y que conocen la necesidad de apoyo por la que pasamos.

Suena familiar??? Esto es lo más frecuente en el inicio de las startups y de hecho el apoyo familiar es generalmente bienvenido y valorado. Pero, ¿qué ocurre cuando el negocio va tomando forma, y se requiere de más organización y mejor administración?

En estos casos, trabajar con familiares puede ser positivo y puede convertirse en un aspecto no tan adecuado sino se llevan a cabo algunos aspectos.

Pasos a considerar si va a trabajar con un familiar:

1. ROL: Explique a su familiar las funciones que tendrá desde el inicio en el proceso de producción del producto o en el servicio que se brinda. Si la función no está clara, va a interferir el rol familiar en el laboral y al final “la mamá es la que manda en la casa”.

2. HORARIO DE “APOYO” AL NEGOCIO: Inicialmente el familiar apoya “cuando puede” pero después tendrá que responder por pedidos y entregas con fechas exactas y ésto podrá traer fricciones si no está claro.

3. SUELDO O SALARIO: es verdad que a veces el negocio recibe ayuda “gratuita” de los familiares, pero en cuanto el negocio recibe pedidos con más frecuencia debe establecerse un sueldo, salario y beneficios. En este caso, lo más recomendable es establecer el horario, horas semanales de trabajo (ya no de apoyo gratuito), y costo de las horas.

¿Qué pasa si ya no deseo que mi familiar me siga apoyando?
Si ya el negocio avanzó y no se establecieron los puntos anteriores, es mejor tener una conversación directa con el familiar. ANTES ES LO MEJOR. Conversen ambos abiertamente y con respeto, de los motivos o razones. Deben de escucharse ambas partes y se debe de indemnizar al familiar de acuerdo a la ley, pues en caso contrario se percibirá un abuso emocional que dañará la relación laboral y la familiar-personal.