Hacer voluntariado beneficia a muchas personas, pero sobre todo a ti. Los conocimientos que obtienes son más valiosos que cualquier otra experiencia laboral. Podrás aprender a trabajar en equipo con personas con tu mismo ideales, aprenderás otras culturas y aumentarás tu autoestima.

 

Sin embargo no es tan fácil como parece, ya que todas las misiones son con personas que han sufrido algún tipo de vulnerabilidad y están afectadas. Debes estar apto para poder ofrecerles tu ayuda.

 

 

Conciencia Social: Debemos estar informados sobre los acontecimientos que han ocurrido en el lugar que vamos a ayudar.

Ser Open Mind: Las realidades de cada lugar pueden sorprenderlos, debes dejar los prejuicios sociales e ideológicos. Recuerda que muchas veces el origen de los conflictos son las diferencias culturales.

Ser Proactivo: Debes tener iniciativa y creatividad para proponer nuevas ideas en favor a los necesitados.

Se empático: Nada es más importante que ponerte en el lugar de las personas, esta es una herramienta fundamental en la vida, será fácil ayudarlos si puedes entender sus sentimientos.

Ser feliz: La felicidad se transmite con facilidad, en situaciones vulnerables, estas personas te agradecerán que lleves la luz y sonrisas a sus días.