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Consejos y tips

Lo que tu profesor no quiere leer

Publicado, 02-05-2018

La mayoría de veces, los estudiante, nos encontramos contra el reloj para llegar a tiempo con la entrega de trabajos o para responder la última pregunta del examen cometiendo errores que pueden perjudicar nuestro buen trabajo. Estos son algunos consejos para evitar esos errores que tu profesor no quiere leer.

Lo que tu profesor no quiere leer
Para escribir hay que leer
Lo más importante a la hora de escribir es tener en claro lo que queremos transmitir, ser concisos y captar la esencia de aquello que queremos comunicar. La elaboración de diagramas simples jerarquizando la información ayudará mucho a la hora de comenzar a escribir.
Menos no siempre es más, pero ayuda. Ser concreto es una virtud: las oraciones breves son mucho más efectivas que una oración larga que debe ser leída una y otra vez para entender su sentido.
Tu profesor tiene la obligación de leer tu trabajo y corregirlo, pero si tu texto además es atrapante vas a correr con ventaja.

Errores a evitar
Se debe tener máximo cuidado de no cometer errore u horrores de ortografía o sintaxis. Hay un sinfín de páginas web que te ayudan a consultar cómo se escribe una palabra si tienes alguna duda
Además, leer en voz alta el documento puede ayudar mucho a comprobar si existen errores gramaticales, otra forma de evitar alguna falta es hacer que un tercero lea nuestro texto para ver si todo está correcto y si se logra entender.Sin tener conocimiento del tema, la otra persona debe entender el texto y quedarse sin dudas al respecto. Si hay algo que necesita ser ampliado o explicado de una mejor forma, esta persona lo va a notar y nos va a ser muy útil para hacer modificaciones.
Consideración importante: las palabras se escriben completas. Ningún profesor quiere leer abreviaciones, como “q” “xq” o “tmb”. Los números del cero al nueve, siempre se escriben con letras. Los superiores a nueve, con números..

Siempre incluir conclusiones
Cuando la pauta del trabajo implica que realicemos una reflexión final, hay que ser muy cuidadoso. Nuestras conclusiones u opiniones siempre deben estar muy bien fundamentadas, de lo contrario, pierden valor. Es imprescindible que, al realizar conclusiones, estas deriven del desarrollo del texto e ir conduciendo al lector hasta allí. La experiencia personal es importante y podemos volcarla en el texto, pero siempre debemos buscar un aval, un argumento que nos respalde ante cualquier afirmación; de otra forma, caeríamos fácilmente en un lugar común poco atractivo al leer, “esto es así, porque sí”.

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