El estrés es una constante en la vida del estudiante. La presión por cumplir con las metas y objetivos personales pueden resultar un factor perjudicial.
Ante ello no queda más que combatirlo con firmeza para apaciguar la mente y sentirnos libres. Las ataduras suelen resolverse programando; es decir, siendo conscientes de que las responsabilidades tienen solución si se atacan a tiempo.
Queremos darte tres consejos sustanciales que te ayudarán a combatir el estrés y afrontar la vida académica con mayor tranquilidad:
- Genera recordatorios: nunca es tarde para tener un calendario actualizado o una agenda con notas precisas de lo que hay que cumplir. Establecer plazos es una forma de medir el desempeño.
- Establecer prioridades: es clave para desarrollar con efectividad las actividades. Siempre será recomendable hacer las cosas que suponen más tiempo y dificultad antes que las que son fáciles o de menor duración. Así como revisar el orden de prioridad de cada una de ellas.
- Practica soluciones: si vas a darle espacio a situaciones hipotéticas, también es conveniente practicar formas de resolverlas. Al ser un factor externo, el control sobre ellas puede complicarse. ¡Tener un plan A y B es lo que amerita para no pasar apuros luego!
¡Relájate y que los estudios fluyan!