Un alumno puede aprender muchas cosas en el transcurso de su formación académica. Sin embargo, uno de los métodos más efectivos para conseguir saber si lo que se está haciendo es positivo es mediante la retroalimentación del profesor. 

El maestro es quien ve detrás del cristal educativo la mejora constante de sus estudiantes o, en su defecto, las falencias que pueden estar cometiendo. Es en ese momento en el que deberá advertir y aconsejar al joven para que este pueda asimilar los conocimientos y, por ende, levantar sus notas. 

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A continuación, te presentaremos 3 excelentes formas para darle feedback a tus alumnos: 

1. Claridad: es importante que tu alumno entienda a la perfección el mensaje que le quieres transmitir. Sin ambigüedades, con tino y explicando las razones o motivos de la situación para hallar un panorama favorable. 
2. Coherencia: las aspiraciones, metas y tareas deben guardar relación con los criterios de evaluación y aprendizaje. Así el alumno estará enterado de todo lo que debe hacer para destacar. 
3. Constante: debe ser dado con regularidad, ya que solo de esa manera se genera un trabajo útil, detallado y preciso que contribuya a la asimilación continua de contenidos. 

Nunca te despreocupes por tus estudiantes. ¡Ellos estarán muy agradecidos!  

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