La lectura es uno de esos hábitos que se construyen a base de sacrificio. El placer se alcanza precisamente en la constancia y en la disciplina de no desistir.
La recompensa resulta incluso más grande que el esfuerzo. Y, aunque nunca se llegue a leer lo suficiente, dedicar entre treinta minutos y una hora al día bastará para ver cambios alentadores y positivos.
Entre los principales motivos podemos desarrollar los siguientes:
- Despierta tu imaginación: para cualquier profesión, la creatividad y la imaginación son requisitos para innovar. Los libros tienen suficientes tramas y complejidades que, sin duda, despertarán ese factor diferencial.
- Vivir experiencias: leer es vivir otras vidas sin moverte de un espacio. Asociar situaciones que suceden en la ficción con la vida real te ayudará a entender y descubrir nuevas formas de resolver conflictos.
- Aprenderás a escribir: no hay herramienta más poderosa que un libro para aprender las normas y reglas de un idioma. Es el campo perfecto para seguir descubriendo las bondades de una lengua.
¡Que la lectura sea una prioridad!