Durante la época universitaria leer se convierte en una necesidad para aquellos que realmente buscan sacar el máximo provecho a sus capacidades intelectuales de cara a su futuro profesional.

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Al margen del texto del cual se trate, estar abiertos a construir el hábito de la lectura termina siendo realmente un factor diferencial. ¡El verdadero truco está en darle el espacio que se merece dentro de nuestras actividades diarias! 

En ese sentido, generar una rutina que beneficie el aprovechamiento de los tiempos de ocio es más que positivo. En la siguiente nota te explicaremos cómo puedes fraccionar dichos espacios: 

1. 20 páginas por día: la constancia debe primar en tus horarios de lectura. Un número justo para avanzar y seguir aprendiendo es el de 20 páginas por día. 
2. 20 a 40 minutos por día: como sabemos que no tienes demasiado tiempo, trata de configurar un estimado entre 20 y 40 minutos, lo cual equivale a 15 a 30 hojas. 
3. Momento del día: usa aquellos breves momentos que te quedan libres para brindarlos a la lectura. Puedes usar el desayuno, el break del trabajo o reemplazar la TV. 

¡Que tus momentos de lectura sean sagrados! 

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