La poesía es un género literario dotado de mucha sensibilidad. Aquí la sutileza de las palabras, el ritmo, el fondo e, incluso, el estilo tiene un peso estético diferente, rico en su propia naturaleza.  

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Como menciona Rainer Maria Rilke a lo largo de Cartas a un joven poeta, existen situaciones inexorables que rondan el espíritu de este tipo de escritores como son la sinceridad, la necesidad y el aprender a entrar en uno mismo. 

Si has sentido esa fuerza incontrolable que brota de las profundidades del alma, a continuación te enseñamos 3 tips para que te involucres a fondo y puedas mejorar tus producciones: 

1. Tema: antes de empezar a escribir sitúa un tema y una estructura. De esta forma podrás darle vida y carácter a la voz poética. Procura usar temas que conozcas o hayas experimentado para no sonar demasiado artificial. 
2. Verso libre: una sugerencia es ir por el verso libre. Este tipo de construcción es una de las más comunes en la actualidad y se adapta fácilmente al registro que busques emplear. Solo evalúa usar otro tipo de verso si es que conoces sus reglas a profundidad. 
3. Evita los lugares comunes: a la hora de emplear tropos o figuras literarias huye de los lugares comunes. Si bien podría parecer que todo ya ha sido escrito, encuentra tu propia originalidad en la forma en cómo percibes el mundo.  

¡No tengas miedo de tomar la libreta! 

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