Por ejemplo, puedes servir como voluntario en una organización de ayuda social o sin fines de lucro donde puedas desarrollar tus habilidades de liderazgo. Empieza actividades con grupos como los de las iglesias o del mismo barrio. Estos grupos ofrecen oportunidades para aprender a liderar.

Haz tu tarea

Leer libros o llevar cursos de desarrollo profesional son la otra vía para conseguirlo. Existen numerosos recursos ahí afuera, gratis o de bajo costo, que te pueden ayudar a conocer herramientas y ganar habilidades para empezar a practicar un liderazgo efectivo en el trabajo

Tómate un tiempo para evaluar la cultura de la organización
Pregunta, escucha y observa cómo la empresa y sus empleados tratan a los nuevos colaboradores. Si no estás seguro, pregunta. Averigua además con tu nuevo supervisor o jefe qué es lo que esperan de ti. Nota cuál es su estilo, si es casual o formal, si quiere detalles de tu trabajo o reportes generales. Aprende y adáptate. Conoce a tus compañeros de trabajo, conoce sus responsabilidades, roles, metas profesionales y filosofía de negocios. Sé una esponja.

Aprende siempre
Debes ser curioso y entusiasta por absorber información nueva, pero intenta no juzgar determinadas situaciones en forma rápida o hacer presunciones apuradas.

Identifica áreas donde puedes colaborar
Apunta a arreglar algo que está roto desde tu propia perspectiva y con tus propias habilidades.

Comunícate y conecta
Por último, debes tomarte un tiempo para conocer mejor a tus compañeros de trabajo, no como colegas, sino como personas. Además, debes comunicarte en forma asertiva y comentar tus resultados en orden, según lo que quieras proponer…, algo nuevo y productivo por supuesto.