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Cómo establecer mis metas profesionales

Publicado, 29-06-2018

Muchos establecen metas profesionales y personales, pero muy pocos tienen éxito. Esto se debe a que a menudo fijamos objetivos que van en contra de nuestra naturaleza.

Los finales de año tienen muchas situaciones en particular y una de ellas es, el hecho de establecer metas profesionales, es decir el proceso de formación y diseño de objetivos que a lo largo de la vida laboral, una persona realiza para mejorar su desempeño. Pero una cosa es constituir metas y otra es llevarlas a cabo.
En ese sentido ¿qué tipo de metas profesionales debes plantearte?, ¿cómo te puedes mantener motivado? y ¿cómo convertir sus intenciones en realidad?

Si lo que buscas es determinar cuáles serán tus metas profesionales, estos son algunos consejos sobre cómo hacer que tus objetivos se hagan realidad.

Ser realista:
Este es el momento de “determinar lo justo”, tanto en cantidad de objetivos y el tiempo en el que planeas cumplirlos. Lo ideal es establecer tres grandes metas y cumplir una por año, más de eso podría ser demasiado abrumador. Es bueno ser ambicioso, pero no demasiado, elije desafíos importantes y relevantes, que sean posibles de alcanzar.

Pensar en lo positivo:
Uno de tus objetivos debe implicar el desarrollo de una debilidad. Con frecuencia nos concentramos en lo que tenemos que mejorar, pero en vez de eso toma en cuenta las cosas para lo que eres bueno y aprovéchalas. En esta etapa puedes recurrir a personas que aporten en el cumplimiento de tus metas profesionales, con la finalidad de obtener mejores resultados de productividad en tu empresa.

Una vez seleccionadas, escríbelas y compártelas con los demás, incluyendo al jefe, compañeros, subordinados directos, amigos y familiares, esto ayudará a mantener el compromiso que resulta importante cuando el objetivo tiene un impacto inmediato en las personas con las que trabajas.

Crear un plan de acción:
Para lograr cualquier meta -personal o profesional- se necesita una estrategia paso a paso. Es como querer perder peso sin cambiar sistemáticamente tus hábitos alimenticios y de ejercicio. Esto nos lleva a pensar en las tácticas para llegar a la meta. Pregúntate: ¿qué acciones debes considerar para obtener el resultado? Si tu meta es desarrollar una relación de mayor confianza con tus empleados, pues lo ideal es conversar con cada uno de ellos durante el almuerzo y menciona que buscas mejoras para cada uno de ellos. Si en adelante ves que no estás logrando lo acordado siempre es bueno tener un Plan B.

Buscar apoyo:
Contar con personas como colegas, mentores o incluso compañeros fuera de la organización, puede ser de utilidad al momento de alcanzar logros. Siempre podrás contar con ellos, cuando la moral esté cayendo, serán los primeros en impulsar tus ánimos porque tus objetivos formarán parte de los suyos. Mientras más personas positivas haya en el proceso, más probabilidades hay de conseguir los logros.

Fijar puntos:
Cuando inicias el trabajo hacia un nuevo objetivo, te sientes inspirado y lleno de energía. Pero a medida que las semanas y meses van pasando ese entusiasmo puede ir desvaneciendo, desatando una lucha para encontrar el tiempo o la motivación. Lo conveniente en esos casos es determinar metas profesionales a corto plazo que se acerquen a tu objetivo final. El éxito que se vayas cosechando ayudará mantener los ánimos a tope, pues a medida que ves buenos cambios, entenderás que vas por el camino correcto. La idea es no ser otra persona, sino una mejor de tu antigua versión. Un tiempo a solas, suele ser de mucha utilidad, cuando necesitas evaluar los progresos y de ser necesario corregir medidas que pueden desviar el tramo hacia el éxito.

Mantener la perspectiva:
Si han pasado los meses y notas que la fecha límite se acerca, en algunos casos, la tensión funciona a favor, pues ayuda a concentrarse en la meta. Manejar la presión y ponerla a favor del rendimiento es importante para no perder la perspectiva cuando surgen circunstancias imprevistas. Pero si todo se sale de control y notas que cumplir con las metas establecidas se hace difícil, pues suelta un poco la cuerda y no olvides la regla de oro de Chamorro-Premuzic: “Lucha por la excelencia, pero a veces lo bueno es suficientemente bueno”.

En este camino de realizar una buena gestión y sacar adelante a la compañía es fundamental crear metas que involucren tus conocimientos, pedir apoyo y fijar puntos que te pueden ayudar a apreciar el progreso. Cuando logras cumplir con tus metas profesionales sentirás que valió la pena todo el esfuerzo.

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