Para ser productivo, necesitas organizar tu área de trabajo y tu rutina. Antes de comenzar un proyecto, lo primero que debes hacer es asegurarte de que tienes todo lo necesario a la mano, pues buscar un elemento en pleno trabajo solo interrumpirá tu faena.
Procura limpiar y ordenar tu escritorio: de lo contrario, el mismo desorden te distraerá de lo importante.

Luego, haz un plan de cómo abordarás tu proyecto.

Descompón tu gran proyecto en partes pequeñas y manejables. Esto hará que te sientas menos preocupado o atareado, evitando la procrastinación (algo que debes desterrar definitivamente). Decide qué paso necesitas tomar antes de avanzar en tu proyecto y considera cuánto tiempo te tomará ejecutar cada etapa. Los tiempos límites son lo ideal.

Haz una lista de cosas por hacer
Puedes tener una lista de cosas o "To Do List" como se denomina en inglés, te permitirá estar organizado y ayudará a monitorear todo lo que haces. Inclúyela en cada proyecto o tarea de la que eres responsable. Para asegurarte de que cada trabajo ha sido completado, ordénalos en orden de ejecución. Poner tiempos límites te hará sentir obligado a hacer las cosas.

Aprende a delegar
Puedes delegar funciones o tareas a los miembros de tu equipo (siempre y cuando tengas un equipo de trabajo bajo tu mando).

Muchas personas no delegan por el temor de que nadie haga las cosas como ellas. O porque simplemente no saben, ni las empresas lo enseñan, así que en ese caso, entrénate tú mismo en el arte de delegar.

Programa los descansos
Ten descansos o tiempos de relajo regularmente. Si lo haces, digamos 10 minutos por cada hora de tareas, será menos probable que pierdas el tiempo o te distraigas mientras trabajas. Los pocos minutos libres te permitirán despejar tu mente y así podrás enfocarte mejor en tu proyecto.