ANTES

1. Practicar con series: si en casa estás pendiente de ver series o películas en inglés, aquellas palabras complejas ya no te sonarán extrañas y tu oído se adecuará al ritmo: generarás familiaridad con el idioma. ¡No olvides poner los subtítulos originales, no los dobles!
 
2. Extiende tu vocabulario: ¡El diccionario es tu mejor amigo! Acude a él para expandir tu vocabulario: palabra que no entiendas, palabra que debes buscar. Así tendrás un referente visual de cómo se escribe el término. Ese detalles también cuenta en el listening. 

DURANTE

3. Tranquilidad: evita querer entender todas las palabras al mismo tiempo. Paso a paso, una a la vez. ¡Que el apresuramiento no te gane! Sé cauto, ya que algunas pueden llegar a sonar igual. Deberás diferenciarlas apoyándote en el contexto del relato. 

4. Cierra los ojos: una técnica que ayuda a la concentración mientras recibes la información es cerrar los ojos para bloquear cualquier distractor visual o  auditivo. ¡Despéjate y escucha la entonación! 

5. Adelántate: trata de hilar palabras que creas puedan continuar con el diálogo de manera inteligente. Te ahorrarás pensar, pues, algunas construcciones, se dan por defecto. 

¡Aprobar un examen de listening no volverá a ser un drama!