Todos alguna vez en nuestras vidas hemos sentido ansiedad, estrés y pánico cuando se acerca un examen importante. Y, aunque hayamos estudiado, el temor al fracaso puede paralizarnos. Sin embargo, con estas 3 técnicas podrás combatir este problema.
1. Prémiate: cuando generes tu plan para estudiar, procura recompensarte cada que cumplas un objetivo. Un postre o una canción serán suficientes para estimularte, mejorar tu ánimo y continuar sin presiones. En caso de no cumplir con lo prometido, reorganizate y sé realista al evaluar tu rendimiento, ¡pero no te castigues!
2. No generalices: pensar en negativo no es sano ni te ayudará en absoluto. Lo único que conseguirás con esa actitud será asociar una situación nueva con un modelo de derrota prefabricado. ¡Que te haya ido mal en un examen —sea o no de la misma materia— no implica que desaprobarás otros!
3. Siempre más: es importante magnificar tus logros y dejar de compararlos con el de los demás. Tus éxitos son más importantes que tus fracasos. Aunque, hay que ser sinceros, de estas últimas puedas aprender mejores lecciones. ¡No te desanimes!
¡No te tortures y afronta las pruebas con optimismo!