El acto de la escritura es un arte y un ejercicio que permite explorar -casi sin límites- tus habilidades e imaginación.
La redacción, por otro lado, es un factor clave para conseguir un escrito contundente en forma e intención. Ahora, sea cual sea el motivo que te lleve a dejar la vida en el papel, estos consejos no deberán faltar:
- El personaje: los mejores personajes son de carne y hueso. Por ello, toma como referencia a alguien de tu entorno y selecciona los rasgos que más te impacten: vestimenta, actitud, manía, color, jergas, etc. ¡Construye!
- La hoja en blanco: las únicas dos formas de no temerle a la hoja en blanco son no pensar en ella y planificar. Escribe orientando esfuerzos al esbozo que has venido fabricando en tu cabeza. En caso de bloqueo, pídele ayuda a un amigo para desatar el nudo.
- El mejor amigo: cuando no recuerdes un término, no dudes en recurrir al diccionario. Trata de emplear aquellas nuevas palabras en tus actividades. ¡Así se grabarán naturalmente!
¡Desarrolla tu estilo con creatividad!