Los ensayos son un tipo de texto empleado como método de evaluación dentro del ambiente universitario para medir cómo los estudiantes exploran, analizan o interpretan un tema en particular. Quizá hayas pasado un mal rato tratando de elaborar uno. Diversos motivos podrían estar afectando tu redacción y, por ende, darte aquella calificación insatisfactoria. Siguiendo estos consejos, tendrás una composición más pulcra.
2. Ideas concisas: al escribir existe el riesgo de perder el hilo por ir por las ramas. Lo valioso está cuando con poco se dice mucho. Por tanto, deberás puntualizar las ideas y argumentos para evitar repetirlas líneas después. Las oraciones son adornos finos. ¡Aprende a darle un respiro al texto y puntúa correctamente!
3. Sinónimos: resulta de mucha utilidad, tanto para el escritor como para el lector, contar con un bagaje de términos que enriquezcan la composición. Repetir una palabra cada veinte le quita seriedad al conjunto y reluce la poca versatilidad para exponer una opinión. ¡Dale la vuelta a los términos!
Usa palabras como ladrillos y ¡construye!