Publicado, 27-03-2020
Muchas veces los objetivos que nos planteamos sean académicos, profesionales o personales no salen como lo planeamos: reprobaste un examen, no conseguiste el trabajo que querías, entre otros. Existen diferentes circunstancias que nos pueden llevar al límite y hacer que nos cuestionemos si tenemos la fuerza y la voluntad necesarias para continuar adelante.
La respuesta a este cuestionamiento está en la resiliencia, que es la capacidad de afrontar las adversidades, adaptarse a las tragedias y superar situaciones de estrés. Que una persona sea resiliente no significa que no experimente dificultades o angustias, sino que a pesar de todos los obstáculos son capaces de sobreponerse y salir adelante.
A continuación te dejamos una lista de hábitos para fomentar la resiliencia en tu vida:
- Asumir las dificultades como una capacidad para aprender: implica ver más allá del momento difícil y tomar la oportunidad de generar un cambio para crecer.
- Ver la vida con objetividad, pero de manera optimista: es importante ser realistas y conocer las capacidades y limitaciones de cada uno, pero también ver las dificultades como una ocasión para ser mejor.
- Rodearse de personas con una actitud positiva: fomentar buenas amistades permite crear una red sólida de apoyo que te puede sostener en los momentos más difíciles.
- Ser flexible ante los cambios: es importante adaptar los planes cuando es necesario y no aferrarse obsesivamente a una única solución frente a un problema.
- Afrontar la adversidad con humor: la risa es una gran aliada, porque ayuda a mantener una versión optimista y enfocarse en los aspectos positivos de la situación. Recuerda, no hay mal que dure cien años.
¡Tú puedes levantarte! ¡Vamos!