La emociones están presentes en nuestro día a día y saber regularlas es vital para mantenernos mentalmente saludables, potenciar experiencias y conseguir un rendimiento positivo. 

Sin embargo, muchas veces, somos nosotros mismos quienes por querer seguir destacando en el mundo académico o laboral, nos exigimos en extremo y eso condiciona nuestra forma de aproximarnos a los problemas. 

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Siguiendo esa línea, habrá que mantener la calma y evitar reclamarnos por cosas que no excedan. En la siguiente nota, te propondremos tres buenos hábitos que te ayudarán a crecer emocionalmente: 

1. Lenguaje positivo: se trata de hablarte libre de reclamos. Emplea palabras bonitas hacia tu persona y maneja tus situaciones mirando con optimismo el futuro. ¡Sé el primero en recibir ese amor que sale de tu boca!
2. Sin comparaciones: evita a toda costa las comparaciones con las personas que conforman tu círculo social. Estar pendiente de lo que hacen otros frena tus oportunidades de mejora y, a la larga, le restan valor a tus progresos. ¡Tú eres tu prioridad!   
3. Equivócate: sin equivocaciones no hay manera de saber en qué hemos estado fallando. Aprende a abrazar los fracasos como impulsos para corregir y crecer. ¡Muchos errores suman un gran acierto! 

¡Muéstrale al mundo tu mejor versión!  

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