Arturo Eduardo Landaure, de 34 años de edad, lleva más de 15 años como piloto de aerolínea y 2 de ellos, entrenando en aviones acrobáticos. Actualmente, es Capitán de una conocida aerolínea y vuela un A320. Por otro lado, debido a su trayectoria dentro de la aviación comercial, ha sido docente en la Universidad de San Martín de Porres en la Escuela de Ciencias Aeronáuticas y también fue instructor de vuelo en la escuela de aviación, Master of The Sky.

Pero, para llegar a donde está ahora, no contó con las facilidades que muchos aspirantes a esta carrera en Perú tienen al día de hoy. Arturo pertenece a una familia, por tradición, de pilotos, desde hace casi tres generaciones atrás, sin embargo, esto no fue suficiente para que su camino en la aviación sea fácil.

Arturo se inició en este mundo en una época dura para la aviación civil en el Perú, cuando no existían aviones disponibles para hacer prácticas de vuelo. “Empecé a volar en el 2001, en ese momento solo había dos o tres aviones de entrenamiento básico aquí en el Perú y unos meses después se convirtieron en ninguno.” Cuenta Arturo.

Conociendo un poco la historia de la aviación civil en el Perú, a principios del presente milenio el país pasaba por una dura fase en este rubro.  

“Por supuesto mi papá, que había volado 28 años en AeroPerú y de un día a otro se había quedado sin trabajo (en ese momento él ya estaba volando en África) pensaba que hacerme piloto era una pésima idea. De hecho, la aviación se seguía contrayendo en el Perú y conseguir un trabajo como piloto de aerolínea no era nada fácil (por no decir imposible)…Perú año 2001, ni un solo avión de instrucción básica. Me fui a volar a Río Grande en Tierra del Fuego, Argentina. Ahí morí de frío por muchos meses hasta terminar mis horas de vuelo y poder volver al Perú.”

A pesar de los diferentes contratiempos, Arturo continúo su duro camino hasta lograr su estabilidad en este medio. Después de viajes para conseguir horas de práctica, volver al país y luchar con trámites para conseguir su licencia peruana, empezó a trabajar como ingeniero de vuelo en aviones de carga. De repente se vio frente a un trabajo duro y una inversión fuerte en entrenamiento sin retorno considerable.

Finalmente llegó la primera escuela de aviación en Perú, logró su licencia de instructor de vuelo y progresivamente llegaron los cambios y el boom de las aerolíneas, estabilidad laboral para los pilotos, entre otros cambios que nos traen la aviación comercial que tenemos hoy en día.

“Y esto tiene mucho que ver con las preguntas que siempre hago cuando alguien me dice que quiere ser piloto: ¿Qué estás dispuesto a hacer para lograrlo? ¿Cuánto quieres volar? Yo quería volar más que nada en el mundo. Dieciséis años después de mi primer vuelo solo, para mí sigue habiendo valido el esfuerzo.”

Para los que quieran conocer a Arturo un poco más, pueden seguirlo en sus páginas de Facebook e Instagram (bajo el mismo nombre), en donde comparte anécdotas e historias de su día a día como capitán de aerolínea, además de sus proyectos para impulsar y promover el deporte de la acrobacia aérea en el Perú, su nuevo reto en el mundo de la aviación.