La creación narrativa es un proceso que demanda tiempo y esfuerzo. Pero, sobre todo, un gran trabajo para descifrar temas novedosos que impacten por su originalidad, estructura o estilo. 

Cuando un escritor toma la pluma o el teclado tendrá que sortear una serie de desafíos que, de ser bien llevados, le generarán la satisfacción de haber concluido un producto útil.  

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En ese proceso, existen una serie de recursos que pueden ayudarte a elevar la creatividad y estimular la prosa con el fin de pulir el trabajo para sorprender desde la primera línea. 

En la siguiente nota, te mostraremos 3 técnicas para mejorar tus narraciones: 

1. Voz: define la voz de tu narrador y desarrolla la escena dosificando tiempos, espacios, personajes y anécdotas. ¡Marca un estilo propio desde el arranque! 
2. Juega: un genial truco para practicar e incentivar la creatividad es jugar con elementos o palabras al azar mientras les buscas una relación. ¡Despierta el hemisferio derecho!  
3. Sin miedo: sé atrevido en tus escritos y no te guardes nada. No dejes que el temor por el qué dirán te frene. En todo caso, piensa en un posible lector al que le interese ese tema en particular y concéntrate. ¡Que los fantasmas no interfieran con la hoja! 

¡Que la pasión sea tu componente principal! 

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