Publicado, 29-09-2020
La puntualidad es una cualidad reconocida en el mundo y, por tanto, debe ser practicada todo el tiempo.
La puntualidad responde a la virtud de coordinarse cronológicamente para cumplir con una tarea. En ese aspecto, habrá que saber organizarse y conseguir planificar con antelación las actividades.
Está actitud implica un compromiso para con nosotros y los otros. ¡A nadie le gusta retrasarse! Trabajar este aspecto durante el día a día es crucial para evitar malos ratos o ser percibido como alguien poco formal.
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Una persona puntual, en cambio, cuenta con disciplina, interés y educación: tres términos muy valorados por las empresas. En la siguiente nota te enseñaremos algunas acciones que te ayudarán a reforzar este gran hábito:
¡Sé tu propio reloj!
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