Estar en casa no significa, de ninguna manera, dejar de preocuparnos por nuestra salud mental y emocional. Pues de no hacerlo, podríamos exponernos y llegar a sentirnos vulnerables. Por tanto, aprender a manejar nuestras emociones mientras dura la extensión de la cuarentena por el COVID-19 será trascendental:
¡Veamos el espejo siempre positivos!