1. Turno: en toda conversación existen turnos para transmitir y recibir. No interrumpas el discurso de la otra persona. Deja que sus ideas fluyan sin condiciones. Puede que no estés de acuerdo con algunos comentarios. En ese caso, selecciona. Cuando se active tu tiempo para descargar, menciónalos con prudencia y respeto. 

2. Contacto visual: si alguien te está ofreciendo tiempo para buscar una solución, lo mínimo que debes hacer es prestarle atención. Mantener contacto visual sugerirá en la persona una sensación de relevancia hacia el tema. ¡Sé empático y no te distraigas! Genera comodidad en el otro: hará de la conversación más sincera. 

3. Sin juzgar: no entres en el juego del “te lo dije” u “otra vez lo mismo”. Entiende que las personas actúan según sus maneras de ver el mundo. Ten respeto por la situación, pero sé firme y claro. ¡Esclarecer un problema también tiene un costo! 

¡No dejes de entrenar ese oído!