Es un hecho que el desarrollo de la tecnología en esta era digital nos trae muchos beneficios, un ejemplo de ellos es la redacción de documentos. Ya que la mensajería es instantánea y se reduce el tiempo de escritura. Sin embargo, ¿es esta razón suficiente para que las personas se limiten a escribir por computadora?
La respuesta es no. Pues la escritura manual estimula distintas áreas de tu cerebro. En esta nota te explicamos cómo lo hace a través de los distintos lóbulos:
- Lóbulos frontales: participan en funciones mentales superiores, como el reconocimiento de las consecuencias de las acciones y la memoria. Vinculados a la escritura, el habla, movimiento, razonamiento, juicio, planeación y resolución de problemas.
- Lóbulos parietales: importantes para escribir y leer. Interpretan las palabras y el lenguaje; combinan, además, información sensorial como orientación espacial y navegación.
- Lóbulos temporales: el proceso de escribir algo con lápiz y papel ayuda a activar una colección de células en estos lóbulos conocidas como sistema de activación reticular. Vitales en la consolidación de información de corto plazo a largo plazo.
- Lóbulos occipitales: reciben y procesan la información visual de los ojos, que luego es enviada a otras partes del cerebro. Eso nos ayuda a leer y escribir al reconocer palabras, formas y colores.
¡No descuides el uso de la pluma y el papel!