Luego de una primera experiencia -para muchos- de ciclo virtual, será importante que los maestros y las instituciones logren hacer un balance consecuente para identificar aquellos puntos que se deberán pulir para llegar correctamente a los alumnos.

La prioridad de la modalidad remota debe pasar por conseguir que el alumno esté motivado y aprenda reduciendo la brecha impuesta por la costumbre de lo físico. Sabiendo que a algunos les cuesta más que a otros concentrarse y adaptarse a este nuevo entorno. 

Por ello, en la siguiente nota presentaremos algunos puntos sobre el rol que deben tomar los docentes respecto a la educación a distancia: 

1. Lecciones activas: repetir los términos expuestos en una diapositiva no es funcional, ya que la atención del estudiante decae. Buscar realizar lecciones activas que midan lo aprendido durante la clase y fuera de ella es lo que se necesita. ¡Más intervenciones, más ensayos y más trabajos reflexivos o prácticos! 
2. Conversación con el alumno: un buen docente debe estimular al alumno sin descuidar el trato humano. Cada persona es un mundo, por lo que conversar sobre el sentir del salón y lo que se puede hacer en conjunto para mejorar vendrá muy bien. 
3. Paciencia: a veces se tiende a juzgar innecesariamente a los alumnos sin conocer sus condiciones o limitaciones. Hay que ser pacientes y no suponer cosas. ¡Deja que el estudiante vaya a su ritmo! 

¡El buen humor tampoco debe faltar para hacer más ameno el proceso!   

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